Meses antes de su muerte, José Saramago sintió una vez más el impulso vital de reflexionar desde la ficción sobre una de sus mayores preocupaciones: la violencia ejercida sobre las personas y las sociedades, que las convierte en víctimas y les impide ser dueñas absolutas de sus vidas. El resultado de este impulso es Alabardas, alabardas, espingardas, espingardas, una huella emocionante del inagotable espíritu de lucha de José Saramago y su última voluntad narrativa.
El relato inconcluso plantea el conflicto moral de Artur Paz Semedo, empleado de una fábrica de armas, que, intrigado por el sabotaje de una bomba durante la Guerra Civil española e impulsado por Felícia, su exesposa, inicia la investigación de los entresijos de una época convulsa, lo que despierta en él un debate íntimo entre la ceguera impuesta por el miedo heredado y la necesidad del compromiso.
Esta edición especial, ilustrada con grabados de Günter Grass, incluye las notas de trabajo de Saramago, en las que el autor plantea cuál sería el final de la historia narrada. Se complementa, además, con textos del periodista y escritor italiano Roberto Saviano, y del poeta y ensayista español Fernando Gómez Aguilera.
Alabardas, alabardas, espingardas, espingardas es una reflexión sobre el poder y la destrucción, sobre cómo las armas alimentan el gran fracaso ético de la humanidad que son las guerras, sobre la paz como único camino posible para romper con la aparente inevitabilidad de la violencia.