El ensayo de Ivan Nagel -quien estudió filosofía bajo la tutela de Th. W. Adorno-, constituye precisamente una importante reflexión sobre las últimas óperas de Mozart, un género que el siempre joven salzburgués controló desde que era un niño y en el cual habría sido capaz de plasmar la máxima profundidad. Su reflexión supone un intento coherente por comprender esas "últimas óperas" de la vida del compositor y el insustituible valor que encierran, siendo evidente que la pregunta sobre ellas constituye una cuestión de gran relevancia -como pocas- en nuestra cultura. Para ello, el universo de posibilidades escondido en la creación mozartiana es abordado, en este pequeño ensayo, desde la perspectiva política y humana de la libertad, la reflexión sobre el absolutismo, la guerra civil y la tiranía.
Quien lo lea podrá experimentar una lectura difícil, que requiere de conocimientos previos sobre la Historia de la Ópera, la Filosofía y la cultura occidental en general, pero que promete para quien los tenga un gran reto para deshacerse de ciertos prejuicios sobre la ópera y el modo en que la cultura puede influir sobre las creaciones artísticas. Su gran logro es, sin duda, haber conseguido hacer algo que no siempre se intenta, por desgracia, en el ámbito intelectual cercano a la música: pensar.