Una pareja busca el origen de unas gotas de sangre que, de pronto, han comenzado a aparecer en su casa; un hombre empieza a sentir la urgente necesidad de morder perros; otro encuentra una mano de mujer en un callejón; uno más se despierta una mañana, con una resaca monumental, sin saber si la noche anterior ha asesinado a un indigente. Todos los personajes de estos relatos pueden descubrir un delito donde menos lo esperan. Y, desde esta perspectiva, Barrera Tyszka ofrece una mirada cruda sobre la realidad venezolana actual. En Crímenes se desdibujan los límites de lo lícito y se cuestionan nuestras convenciones al multiplicar las posi-bilidades de la transgresión. Barrera Tyszka recurre aquí a una escritura veloz, limpia y directa, pero al mismo tiempo enigmática y cargada de un particular lirismo. Este volumen, en la mejor tradición latinoamericana del género, confirma a Barrera Tyszka como una de las voces imprescindibles de su generación. El lenguaje de Alberto Barrera Tyszka es económico, hipnótico, pero plagado de comparaciones poéticas.... (Iván Thays, Moleskine Literario) Alberto Barrera Tyszka se las arregla para encantar al lector con crímenes imperceptibles, mientras corre sobre sus obsesiones con el tiempo, las mujeres y la miseria de un mundo capaz de mostrar sus verdaderos horrores sin que nadie los vea. (Perfil)La combinación entre la narración en tiempo real y el pasado de esa sangre nunca fresca de estos crímenes, sumado a que muchos de estos finales son superabiertos, hace que los personajes se vayan acumulando en una especie de largo pasillo aun cuando su respectivo cuento haya terminado. Como si este libro de cuentos constituyera una novela en la que, en distintos espacios pero en un único tiempo, carne fresca vislumbra sangre añeja. Ago que concluye el propio autor diciendo, en uno de sus cuentos, que el tiempo es el único crimen perfecto. (Juan Pablo Bertazza, Radar Libros, Página/12) Con Crímenes el autor demuestra que ya tiene una voz consolidada, de fuerte sentido del ritmo y de la incertidumbre deliberada, en esas contenidas oraciones que van soltando información como breves y continuas olas de río. (Rafael Osío Cabrales, Revista Arcadia) No abundan autores que se atrevan a abordar con tanta valentía asuntos que las modas intelectuales no favorecen... Barrera no sólo no esquiva el tema, sino que lo explora con honradez expresiva, acaso porque el desaliento, el crimen y el asco son las contraseñas con el que nuevo milenio recibe a los escritores que aún sienten el peso de los real como un íntimo compromiso con su oficio". (Miguel Gomes, Letras Libres)