Simona, una psicoanalista de larga trayectoria, decide abandonar su Lima natal para ir a la bella isla de Mallorca. Ha tomado un sabático con la misión de escribir finalmente aquella novela que la ha perseguido por años. Sin embargo, ni los diversos colores de ese mar cristalino ni la brisa de un verano perfecto son suficientes para calmar su ánimo: la agobia la reciente ruptura con Magdalena, su última pareja, quien se ha despedido de ella, no por desamor, sino por culpa.
¿Cómo comprender el final de un amor que sigue vivo?
Mientras escribe, Simona ensaya la respuesta a esa pregunta, adentrándose en la historia familiar de Magdalena y en el pasado que han compartido. Dialoga con sus voces internas y construye así un relato sobre el deseo, la pérdida y el renacer del amor.
Con gran sensibilidad, este libro lleva al lector por un viaje a la naturaleza de la culpa, las violencias que la originan y los mecanismos con que opera. Valiéndose de una prosa sencilla y atrapante, Olga Montero Rose continúa con la historia iniciada en Cortejo y reflexiona sobre las relaciones humanas, los roles de género y la escritura misma, en una narración metaliteraria que apasiona y conmueve a la vez.