Una malvada bruja decide cortarle la cabeza a su hijastra para robarle un delantal. Obviamente, falla. Este prometedor comienzo da paso a un cuento al que no le falta de nada: botas de siete leguas, varita mágica, hechizos, amor, olvido y final feliz... Pocos títulos de los hermanos Grimm resumen mejor que El amadísimo Rolando la esencia del cuento popular. Por ello, Toño Benavides lo ha elegido para ilustrarlo en color, adaptando sus dibujos a la estética de hoy en día. La excelente traducción de Álvaro y Luis Alberto de Cuenca enriquece esta edición con la que disfrutarán los niños viendo cómo se les ponen los pelos de punta a los mayores.