Ha hundido las carreras de jóvenes prometedores. Ha arruinado grandes fortunas y ha condenado a empresas a la quiebra. Ha convertido la adversidad en algo insoportable y todo esfuerzo en humillación. Si logramos alcanzar el éxito, nos cegará ante nuestros errores; y si lo que nos llega es el fracaso, lo encararemos emocionalmente rotos. El ego es casi siempre nuestro peor enemigo.
En un mundo ultracompetitivo que se alimenta del éxito y en el que estamos continuamente exponiéndonos en redes sociales, el auténtico reto es la discreción. Debemos dedicar menos tiempo a hablar de nuestros logros y virtudes y más a realizar aquello que nos enriquece como personas. Basándose en la sabiduría más antigua, siempre atenta a alertarnos de los peligros del ego, Ryan Holiday nos ayuda a identificarlo y a neutralizarlo antes de que nos destruya. Nos enseña de manera muy práctica cómo ser humildes en la aspiración, dignos en el éxito y resistentes en el fracaso para alcanzar todos nuestros objetivos.