Los organismos son máquinas de supervivencia, autómatas programados a ciegas con el fin de perpetuar la existencia de los genes que albergan en su interior. Ahora da un paso más, y nos muestra que, a pesar de que los genes sólo controlan la síntesis de proteínas, su influencia va más allá; del cuerpo en el que se hallan. Los genes influyen en el comportamiento de los organismos y en su medio ambiente, y cita como ejemplos las estructuras fabricadas por los tricopteros, las presas construidas por los castores o los montículos de las termitas. Todas estas estructuras son consi- deradas ahora efectos fenotípicos de los genes.