En plena pandemia y avergonzado de ser una carga familar, un escritor llamado Santiago del Prado decide ingresar, a sus 51 años, a una casa de senectud en La Punta con el fin de dedicarse a la creación artística. En uno de sus paseos por el balneario conoce a Silvia, una hermosa y enigmática profesora con quien entabla una mistad a la que pronto se suma, de manera insospechada, el reconocido comediante Guillermo Cavallini. Aunque la atracción que Santiago y Guillermo sienten por SIlvia crea una silente rivalidad, la relación de los tres amigos se afianza gracias a una serie de aficiones compartidas: el arte de la injuria, la fascinación por el haiku, el gusto por la instalación fotográfica, la práctica de la poesía escatológica...En suma, el cultivo de la belleza en sus más diversas manifestaciones, lo que marca el ritmo del triángulo amoroso más insólito de la historia de la literatura peruana.