Octubre de 1779. Nathaniel Drinkwater ingresa a sus catorce años en la Armada Real británica como guardiamarina. Su primer destino será de la fragata Cyclops, de treinta y seis cañones. A partir de ese momento su vida dará un giro radical; aprenderá la dureza de la vida entrecubiertas, llegará su bautismo en combate frente a las costas del Cabo Santa María y llevará a cabo misiones en el Mediterráneo, en las islas del Canal y, finalmente, en las Carolinas justo en el momento en que los rebeldes americanos presionan más a las tropas leales a la Corona.
Woodman destaca fundamentalmente por el realismo de sus novelas, lejos sin duda del chauvisnismo de algunos autores del género como Pope u O´Brian. Su dilatada experiencia en alta mar unida a su destreza a la hora de desarrollar los personajes -desde el propio Drinkwater hasta el malvado Morris, pasando por el aristocrático teniente Devaux, el hierático y desencantado capitán Hope y la misma Elizabeth-, hacen de él un referente de la literatura naval contemporánea, como demuestran las continuas reediciones de sus obras en todo el mundo.