El Muro de Berlín se levantó el 13 de agosto de 1961 para impedir que los habitantes de Alemania Oriental abandonaran el país. Dividida la ciudad después de la Segunda Guerra Mundial en Berlín-Este y Berlín-Oeste, una muralla de hormigón de 156 kilómetros cercaba completamente la zona occidental, que, de esta manera, se convertía en el bastión del mundo libre detrás del Telón de Acero.
En el Muro de Berlín reconstruye la historia del Muro, el plan que desarrollaron los dirigentes comunistas de la RDA para controlar la libertad de sus ciudadanos, los puntos álgidos de desencuentro y conflicto de ambas sociedades, en realidad pertenecientes a una misma nacionalidad. Pero, sobre todo, rememora la trayectoria vital de las 140 personas que perdieron su vida intentando cruzarlo. Todavía hoy, 60 años después de su construcción, el Muro sigue siendo un símbolo de la represión comunista.