Un mundo poético inalterable en todos y cada uno de los textos de este tan resuelto libro un don y nobleza de escritura. Tampoco hay desbordes ni experimentaciones de lenguaje, ni búsquedas conceptuales o retóricos ejercicios, ni afanes de innovaciones verbales. Sencillamente el buen decir sin atarantamiento alguno, a no ser la expresión y explosión del poema en su concisa y reflexiva brevedad, las más de la veces, y en la resuelta hondura de su canto en la emocionalidad de su todo. Leyendo estos poemas, en verdad, se toca uno el alma. Y existimos, "aunque mañana seamos palabra y recuerdo de otro tiempo", como dice el mismísimo autor. De otro tiempo que, sin embargo, permanece a pesar de estas nada de escasas pertenencias. Después de todo "lo que importa / es la hoja del magnolio / que ha entrado por la ventana". Asi sea.