La portentosa imaginación de Neil Gaiman junto con la exuberante expresividad del ilustrador Chris Riddell dan como resultado esta maravillosa novela.
Una asombrosa reinvención de Blancanieves y La bella durmiente con una pincelada de nigromancia, que cautivará a los lectores desde la primera página hasta su insólito final.
Era una de esas brujas de los bosques, condenada a la marginación mil años atrás, una mala persona. Maldijo a la pequeña el día que nació, para que, cuando la joven cumpliera dieciocho años, al pincharla con un huso en el dedo se durmiera para siempre. A vuelo de pájaro, era el reino más cercano al de la reina, pero ni siquiera los pájaros volaban sobre él.
Esta historia tal vez os resulte familiar: hay una joven reina a punto de casarse. Hay algunos enanos buenos, fuertes y valientes; hay un castillo rodeado de una maraña de espinos; y hay una princesa a la que, según se rumorea, una bruja condenó al sueño eterno. Pero aquí nadie espera que aparezca un noble príncipe montado en su fiel corcel y dispuesto a arreglar las cosas. Si una joven reina quiere demostrarse a sí misma que puede ser una heroína, rescatar a una princesa es una ocasión perfecta...