Para mí se ha vuelto una obligación decir todo esto, decir que fui y que soy drogadicto. Lo digo para confirmarle a la gente, por si no lo sabe, que en el mundo hay mucha droga. [...] Quiero que les quede bien claro, quiero que entiendan bien que la cocaína no sirve para jugar al futbol. Como tampoco sirve para la vida. (p. 56) Una herramienta preventiva única que se dirige a los adolescentes en su propio lenguaje para explicar de forma clara cuáles son las distintas drogas y sus efectos. El libro incluye testimonios de personas adictas y un apartado de actividades artísticas y culturales que le da a los lectores alternativas para conocerse a sí mismos, expresar las emociones que les despiertan los cambios por los que están atravesando y minimizar sus problemas. El diseño es una combinación entre arte urbano y arte pop televisivo no sólo para captar el gusto de los jóvenes, sino para plasmar visualmente lo que experimentan al consumir estas sustancias adictivas y también lo que viven en su interior y es difícil de comunicar.