Edmond Jabés abreva en las enseñanzas cablísticas para presentarnos, en forma de prosa poética, el rostro múltiple del Ain-Sof que es el todo-nada, Dios, el Absoluto. El poeta, aquí, eligió una de las virtudes del Ain-Sof, la hospitalidad, para describir en versos el puente que teje el entramado de la potencia al acto, del amor divino a su equivale...