Lo infinito suele provocar miedo, porque la idea del infinito nos recuerda nuestra finitud y la muerte. Lo que resulta espantoso en el infinito es que nos recuerda que no lo somos. Pero el ser humano sabe calcular el infinito, escribió sobre lo que es el infinito, a través del pensamiento es el amo del infinito. Por eso, estudiar matemática, esa cosa terrible, difícil y oscura, es tan importante, porque introduce a un verdadero pensamiento del infinito.
Spinoza explica que el hombre, gracias a las matemáticas, superó su límite. Las matemáticas son más fuertes que la muerte, y por eso es preciso aprenderlas. Si poseemos ambos, la alegría de lo finito y la potencia de lo infinito, rozamos algo que es finito y también infinito: la felicidad.