Lo que no veo en visiones recoge las voces e historias no escritas; es un poemario que teje y desteje, además de cuestionar, aquella versión impuesta como verdad; busca rescatar del olvido aquellos archivos que los libros no han querido registrar. Hace frente a quienes escribieron esa Historia que niega el futuro a la voz silenciada. Desde una sensibilidad particular, asume la responsabilidad de hablar desde dentro, con la voz de las y los excluidos, para ello enuncia un lenguaje pleno de matices, tonalidades y ritmos. Recrea caminos que se sostienen en la palabra, la misma que indaga recorriendo mapas que liberan promesas de un futuro donde la siembra florecerá y la memoria de nuestros pueblos descubrirán sus voces.
La poesía de Ana Varela invita a surcar ríos y trochas, a compartir su aventura. Un viaje que conecta pasado, presente y futuro formando una gran urdimbre sustentada en la memoria personal y la de sus ancestros. Un viaje que nos plantea preguntas, reclamos e inquietudes, que se detiene allí donde el dolor y la muerte se impusieron, donde las huellas de sus ancestros perviven, donde habitan desde siempre y donde es posible sembrar nuevas historias. (Yaneth Sucasaca)