Pop. Atrevido.
Alberto Fuguet está de vuelta.
Mala onda es un torbellino, donde los excesos y el desenfreno dan forma a un relato tan insolente ocmo cautivante. En este viaje a través de los límites, Matías Vicuña, un joven de 17 años, se ve atrapado en una vorágine, donde las noches interminables de la adolescencia intensifican la rabia, que lo invade al regresar de un alocado viaje de estudios al Chile del plebiscito constitucional de 1980.
Con una familia adinerada que se desmorona y afectos cada vez más distantes, la ya clásica novela de Alberto Fuguet se erige como una radiografía despiadada de la sociadad chilena que explora las grietas de una vida que se desvanece.
Habrá que reconocer que Fuguet logró escribir prematuramente un clásico:
varias generaciones han vuelto a leer este libro con fervor, tal vez para conectarse con Matías Vicuña, un personaje entrañable, un débil que se expone y seduce, que siente miedo porque es sensible, lúcido y frágil, y que ve cómo se derrumba su familia. El oído privilegiado del autor y su capacidad para dibujar un entorno apelando a detalles le dan a Mala onda una vitalidad inextinguible (Matías Rivas, La Tercera).