La aparición en 1924 dePresagios consagró a Pedro Salinas (1891-1951) como una de las figuras más notables de las nuevas generaciones literarias, con su dominio de una poesía enriquecida por los recursos y temas propios del ultraísmo y el creacionismo, así como la búsqueda de un nuevo lenguaje, más llano y cotidiano. Publicado cuatro años después,Seguro azar corresponde a una nueva relación del poeta con la realidad, realidad que es la de los "tiempos modernos" de los años veinte: el cine, el automóvil, el teléfono, los aviones que otorgan el dominio del tiempo y el espacio.Fábula y signo (1931), libro de transición que continúa el tono y la temática del anterior y apunta ya algunas de las líneas deLa voz a ti debida, cierra la primera etapa en la trayectoria de Salinas.