Reconocé que la discusión es un paso muy, muy pequeño en el esfuerzo que debés hacer por abordar los problemas raciales. Incluso si estás leyendo este libro para procesar un problema específico que afecta a tu comunidad, lugar de trabajo, escuela u organización, es probable que no lo resuelvas en unas pocas reuniones. Este libro te permitirá tener mejores conversaciones con la esperanza de que tengas muchas más. En pocas horas, no es posible derribar construcciones raciales de siglos de antigüedad y sistemas de opresión que existen desde hace varias generaciones. Valorá los pequeños progresos que lográs a medida que suceden, porque cada uno importa, y también sabé que tendrás que hacer todavía más. No te desanimes por la tarea que tenés por delante. Hablar es genial, pero ¿qué más podemos hacer?