GOODMAN, CAROLE / SOTOLONGO, CLAUDIO
Soy Cuba presenta una selección de los mejores carteles de cine producido en Cuba desde 1950 hasta 1980. Famoso en todo el mundo por su originalidad y sensibilidad impetuoso brillantes, gráficos claros, los carteles cubanos de cine de la época revolucionaria se llevan a cabo en tan alta estima como los carteles de cine temperamental y más abstractos polaca de la misma época. Susan Sontag dedicó una buena parte de su ensayo de 1970 señaló, 'Impresiones: Publicidad, Arte, Política de artefactos, productos básicos' a la paradoja particularmente satisfactorio que presentan. Los cubanos hacen carteles para promocionar la cultura en una sociedad que no pretende tratar la cultura como un conjunto de materias primas en los eventos y los objetos diseñados, ya sea consciente o no, para la explotación comercial. A continuación, el proyecto de la publicidad cultural se convierte en algo paradójico, si no gratuito. Y, de hecho, muchos de estos carteles en realidad no llenar cualquier necesidad práctica. Un cartel hermoso hecho para la muestra en La Habana de, por ejemplo, una película menor de Alain Jessura, cada actuación de las cuales serán vendidas de todos modos (porque las películas son uno de los pocos entretenimientos disponibles) es un artículo de lujo, algo que se hace al final por su propio bien. A menudo, un cartel para el ICAIC [Instituto Cubano de Arte Cinemagraphic] por Tony Reboiro o cantidades Eduardo Bachs a la creación de una nueva obra de arte, que complementa a la película, en lugar de un anuncio cultural en el sentido familiar. ' recogidos por el diseñador Carole Goodman en colaboración con la Comisión Independiente y otros especialistas cubanos, este compendio es importante un tratamiento visual e intelectual.