Se avecina año electoral y la campaña se presenta muy reñida. La ciudadanía debe escoger entre los dos grandes males: el ultraconservador Bob Heller (cuya fotografía ilustra el término "fascista" en el diccionario) y el sonriente Senador Callahan (un lobo con piel de cordero). Ante semejante pareja de candidatos, Spider Jerusalem se lanza a cubrir la campaña con la acidez, la locura y la falta de escrúpulos que lo caracterizan. El resultado, naturalmente, es explosivo.
Warren Ellis (Planetary, Hellblazer) y Darick Robertson descienden a las cloacas de la política para construir una sátira demencial que no deja títere con cabeza.