Tras un tiempo sin verse, cuatro amigas se reencuentran en una casa de campo en Chosica para la despedida de soltera de una de ellas. El entusiasmo inicial viene acompañado de recuerdos y confidencias que pronto tensan el ambiente. Al intercambiar las dudas sobre su rol de parejas, madres e hijas, la reunión se transforma en un reflejo de sí mismas, de sus vínculos agrietados; se preguntan entonces qué las mantiene unidas. La evocación de su niñez y adolescencia permite contrastar el ayer y el ahora de mujeres que experimentan las vacilaciones de una adultez aún inexperta y el desgaste que el tiempo les imprime a las relaciones humanas, así como la dura carga de los secretos que arrastran. Porque acaso la amistad sin proximidad, como dice la narradora de esta historia, es solo "un vehículo para honrar el pasado".
Por medio de una prosa depurada e introspectiva, María José Caro reconstruye en Vida animal el acotado perímetro urbano de una juventud limeña en el umbral de un nuevo siglo. Una generación que lleva sobre sí el pasado errático de sus padres y la inquietud ante un presente de responsabilidades e incertidumbres aún por definirse.