¿Cómo se pueden entender las violencias que se manifiestan de forma particular en sujetos que han sufrido diversas formas de desamparo? Para responder a esta pregunta este libro plantea algunas orientaciones teóricas, al mismo tiempo que lo ilustra con algunas experiencias clínicas relevantes. Asimismo, muestra cómo el abordaje de la violencia no es simplemente un desafío técnico, pues supone una ética que implica un doble compromiso: el del niño/a o adolescente que debe consentir a realizar una elaboración personal de sus «impasses» y el del profesional que le acompaña. A partir de su experiencia de 25 años de trabajo, los autores muestran las claves epistémicas y clínicas de un abordaje en el que se sienten comprometidos con esos niños/as y adolescentes tutelados.