Recientemente la Academia Sueca le ha otorgado el premio Nobel a Annie Ernaux, convirtiéndola en la primera francesa en recibir dicho galardón. Ernaux es una autora que escribe desde la memoria y el pasado, desde su condición social como mujer, abordando temas en su mayoría autobiográficos; entre éstos: su matrimonio, el ascenso social de sus padres, el Alzheimer de su madre, y, en una de sus obras más notables titulada El Acontecimiento, la experiencia traumática de su aborto.
El Acontecimiento expone un sinfín de emociones, una vivencia audaz y una frustración contenida, quizá por mucho tiempo, en la vida de una joven Annie Ernaux de apenas veintitrés años.
En 1963, Ernaux cae en cuenta de estar embarazada. Por aquel entonces, la autora se hallaba estudiando filología en Ruan y mantenía relaciones ocasionales con un joven amante. Es a través de la noticia de este embarazo no deseado como inicia el objeto de la novela: describir minuciosamente el estrepitoso camino que debe recorrer una mujer que no desea ser madre.
A lo largo de la novela prima el silencio, un silencio producido por el miedo a la crítica de las familias francesas de la generación posguerra —los mismos padres de Ernaux, por ejemplo—, pero sobre todo causado por la ley, que para tal entonces penalizaba el aborto con multa y prisión (estas sanciones no cambiarían sino hasta 1975). Sin embargo, pese a estas dificultades, encontramos a una protagonista fuerte, que ante las desavenencias no cede casi nunca, que busca ayuda, enrumbándose en citas clandestinas con mujeres que acaso comparten dolores similares a los suyos. La autora desarrolla una protagonista que vive en carne propia la carencia de una mano amiga, que se enfrenta con coraje a una soledad que no busca ni espera encontrar. Junto a los temas íntimos del relato, se cuestionan también una serie de aspectos de suma importancia para la época y el contexto: religión, moral y valores, todo esto desde una mirada joven y valerosa.
Si tuviera que expresar en unas cuantas líneas lo que pienso de El Acontecimiento —acaso su novela más conocida—, diría que tiene el talento para plasmar una intimidad inenarrable utilizando una prosa amigable y audaz que invita con éxito al lector a empatizar con la cruda realidad de un aborto. Ernaux ha logrado algo que a simple vista parecería sencillo, pero que muy pocos escritores han alcanzado: un relato breve, ágil y punzante a la vez.
La valentía que supone haber escrito un libro como El acontecimiento no es más que la confirmación de las razones por las que la Academia Sueca decidió entregarle el Premio Nobel de Literatura 2022: «El coraje y la agudeza clínica con la que descubre las raíces, los extrañamientos y las restricciones colectivas de la memoria personal... ».
No quisiera terminar estas líneas sin citar una de las frases con las que me topé a mitad de la novela: «Ver con la imaginación o volver a ver por medio de la memoria es el patrimonio de la escritura», pues no creo que haya algo más acertado para un libro como éste, que desentrama los sinuosos caminos de lo prohibido y lo oscuro, alcanzado aquello que parece ser el objetivo de su autora: «… Me he quitado de encima la única culpabilidad que he sentido en mi vida a propósito de este acontecimiento: el haberlo vivido y no haber hecho nada con él. ».