“Imposible decir adiós” es un himno a la amistad y un canto a la imaginación, pero sobre todo una poderosa denuncia contra el olvido. Así, la historia enterrada de una familia sale a la luz a través de los sueños y los recuerdos transmitidos de madre a hija y de un archivo cuidadosamente compilado que documenta una de las peores masacres de la historia de Corea.
La Insurrección de Jeju (también conocida como la Masacre de Jeju) es el hecho histórico que Kang rememora en su obra. Este fue un trágico episodio en la historia moderna de Corea del Sur, que tuvo lugar en la isla de Jeju, al sur del país, entre 1948 y 1954, en el que ocurrió un levantamiento popular que se convirtió en una masacre perpetrada por el gobierno surcoreano, en un contexto de polarización política y guerra civil, en un momento crítico de la historia de la península coreana.
La trama presenta a Gyeongha, quien una mañana de diciembre recibe un mensaje de su amiga Inseon, quien después de sufrir un accidente ha sido trasladada de urgencia a un hospital de Seúl. Desde la cama, Inseon le ruega que tome el primer vuelo a la isla y se ocupe de su pequeña cotorra antes de que se le acaben el agua y la comida.
Sin embargo, cuando Gyeongha llega a Jeju se desata una tormenta de nieve. “¿Llegará a tiempo para salvar al pájaro antes de que caiga la noche?, ¿sobrevivirá al viento helado que la envuelve a cada paso? Lo que ni siquiera sospecha es que algo más oscuro la espera en casa de su amiga”, reza la sinopsis de la primera mujer surcoreana en ganar el Premio Nobel.
De acuerdo con la crítica, esta novela se destaca por retratar lo que significó la guerra para una familia y para una nación. El escritor Hernán Díaz destacó que es un libro “inquietantemente bello sobre la imposibilidad de despertar de la pesadilla histórica. La prosa de Han Kang, tan delicada como huellas en la nieve o un palimpseto de sombras, evoca a los espectros que acechan a una nación, una familia, una amistad. Es inolvidable”, dijo.
Asimismo, la autora Marta Rebón indicó en una reseña, publicada en El mundo, que “Imposible decir adiós” como “Actos humanos” están atravesadas por cuestionamientos que se concretan en el epílogo de la segunda: “¿Es el hombre un ser cruel por naturaleza? ¿Lo de la dignidad humana es un engaño y en cualquier momento podemos transformarnos en insectos, bestias o masas de pus y secreciones?”.
Cuando la Academia anunció que Kan, de 53 años, fue seleccionada para recibir este reconocimiento, destacó su intensa prosa poética que se enfrenta a traumas históricos y expone la fragilidad de la vida humana”. Además, resaltó la forma en que su obra expone el sufrimiento, no solo como un asunto mental, sino a la vez físico.