Yo parí joven a mis pequeñas letras
con la mano derecha
y una musa iletrada de consejera
La adolescencia me las extirpó del pecho
mis vocales
se las llevó como a risa de niña
y las hizo señoritas
las hizo suyas
suyas de su lápiz y papel
A los años las vi en una esquina
jugando con su cuerpo a ser grandes
eran tan siquiera palabras pubertas
que regalaron su inocencia
cuando no estaban listas para ser poema