Nada es el final, sigue avanzando
Uno no puede controlar lo que pasa afuera, pero sí puede crear una fuerza interior y una energía que le permita atravesar momentos difíciles. Es un proceso constante en el que reconoces que tú tienes la capacidad de transformar cada momento que vives.
El cambio es inevitable. Nos re-direcciona. Nos invita a ver hacia otros lados.