En contraste con sus padres y abuelos, los jóvenes rurales peruanos tienen hoy mejores perspectivas para alcanzar un mayor nivel de bienestar individual, familiar y comunitario. Su camino hacia el desarrollo se encuentra más allanado que el de las generaciones anteriores. Las oportunidades, ocupaciones, aspiraciones e identidades de quienes componen este colectivo dan cuenta de las aceleradas transformaciones que ha experimentado el ámbito rural peruano en las últimas décadas. El acercamiento a los entornos urbanos, la expansión de las posibilidades educativas y la introducción de nuevas herramientas tecnológicas explican, parcialmente, cómo y por qué los jóvenes rurales encuentran nuevos impulsos en la ruta del progreso. Este camino, pese a las mejorías, sigue presentando una serie de obstáculos que desaceleran el proceso y que obligan a redoblar esfuerzos para recortar brechas con mayor contundencia. Los textos reunidos en este libro exponen las posibilidades y los desafíos que comparten los jóvenes rurales, señalando en paralelo por qué resulta ineludible que tanto el sector público como el privado asuman la dimensión de lo que representa este colectivo en el Perú actual.