Los textos aquí reunidos se publicaron entre 1936 y 1941. El primero y más extenso, que da nombre al conjunto, apareció cuando el autor tenía 25 años: un reportaje estremecedor sobre los mineros altoandinos. Los otros cuatro, referidos al Cusco rural, comunican ya la intención que décadas más tarde, a sus 55 años, Arguedas resumiría así: «Quiero revelar el mundo humano y terreno de los Andes peruanos. Aprendí a hablar en quechua. Comprobé con asombro e ira cuán equivocados eran los conceptos que se tenían entre los grupos instruidos y poderosos de todo el país sobre el indio y también sobre el mestizo. Comprendí que la tarea de destruir esos conceptos y mostrar la verdadera faz del pueblo peruano era hermosa y difícil. Creo haber contribuido a que la verdad resplandezca, o empiece a resplandecer, infundiendo una fe, probablemente indestructible, en las posibilidades del hombre andino que creó Machu Picchu, el Cusco y Chavín»