Las élites culturales han sido actores importantes de la historia de América Latina. Sin embargo, aunque su labor y su pensamiento son conocidos, no existía una historia de la posición de los hombres de ideas en el espacio social, de sus asociaciones y sus formas de actividad, de las instituciones y los campos de la vida intelectual, de sus debates y de las relaciones entre "poder secular" y "poder espiritual", para utilizar la distinción introducida por Comte. Hay excelentes estudios sobre casos nacionales, pero no existía, hasta el presente, una historia general. 'Historia de los intelectuales en América Latina', la importante obra dirigida por Carlos Altamirano, propone este acercamiento en una perspectiva que está también atravesada por la génesis y la historia de las transformaciones del uso del concepto de "intelectual".