Es una novela en la que, a manera de monólogo interior, un adolescente va relatando un verano en el balneario de Barranco a inicios del siglo XX. La temática eminentemente adolescente tiene un desarrollo en el que se canta al primer amor, al amigo ausente, a la infancia perdida, donde están presentes tanto el erotismo como el enfrentamiento entre el mundo de la infancia y el de los adultos. Su gran calidad literaria, el despliegue de las descripciones, el fino manejo del lenguaje, que juega con imágenes y metáforas, la preocupación por el contexto social, hacen que esta sea una de las mejores obras de la narrativa peruana y un relato fundacional de la modernidad literaria del Perú.