La misión evangelizadora que se llevó a cabo durante la conquista española en América podría ser considerada como la simple legitimación religiosa de una acción militar o un medio de protección a la población indígena frente a la rapacidad y brutalidad de los conquistadores. Paradójicamente, ambas posturas, en principio tan divergentes, vistas desde diferentes, vistas desde diferentes ángulos, con el cristal del teólogo, del antropólogo o del historiador, podrían conjugarse en dos afirmaciones que no se contrapongan. todos los procesos históricos son complejos y contradictorios y como tales, deben ser analizados desde el momento y el lugar en que se desarrollaron. El debate ya lleva varios siglos y quizás se extienda otros tantos, al compás de las distintas concepciones del mundo en que vivimos.