«Me gusta cómo luce la agonía, pues sé que es verdadera. La preciosanovela de Pedro Carlos Lemus me hizo pensar en este verso de EmilyDickinson, porque se trata de un joven que ha sido educado con rigor enla tristeza. Sus padres defectuosos, como todos lo zambullerontemprano en el mar del abandono, la frustración y el despecho. Y ahícomo las heroínas de las telenovelas que adora y como en las letras delas canciones que lo hieren y lo curan y lo hieren aprendió a nadar consoltura y dignidad. Así también aprendió a enamorarse: con esa asombrosahabilidad de replegarse antes del golpe. El joven al que ama también loabandonó, aunque quizá él no lo diría de esa forma. Lo diría de un modomás sugerente y, por eso mismo, más doloroso.»Encontrar poesía en el sufrimiento, en la opacidad, en laincomprensión, en la observación melancólica de la «plenitud» fabuladade los otros es uno de los grandes méritos de esta novela. Como alguienque se disecciona lentamente para estudiar su fragilidad y luegotraducirla en imágenes tan bellas como inclementes, Lo llamaré amor nosofrece una mirada sofisticada y escandalosamente conmovedora».Margarita García RobayoLa crítica ha dicho:«Saber llorar la tristeza de otro es un talento desconocido que nonecesita del lenguaje; es más, es un saber que las palabras puedenmalograr porque es preciso el silencio del habla, de la escritura, delpensamiento mismo. Esta obra de Pedro Carlos Lemus da cuenta de esesaber virtuoso. Es un texto escrito todo entre paréntesis (como el autorsueña), y por fuera del paréntesis, una canción que recoge el llanto delmundo».Margarita Rosa de Francisco«En esta hermosa novela, Pedro nos recuerda que las manadas se forman enel lamido mutuo de las heridas. Que entre los hijos y las mujeres solasexiste aún la posibilidad de reparar los afectos».Vanessa Londoño«Una carta de amor divina a su madre, la mujer que le enseñó a leer y aescribir y acantar. [...] Una carta de amor al padre [...]. A él le escribe sudespecho y el durocamino de su emancipación. Me conmovió mucho este libro. Lo recomiendocon la alegría de leer a un autor que ha empezado a hacer, como unacasa, un paisaje literario hermoso».Giuseppe Caputo«En Lo llamaré amor, Lemus, [...] parte de una separación para contar,con una capacidad increíble para el manejo de las distancias emocionalesquizá esta sea la mayor de las virtudes del libro: cómo acerca allector y cómo lo aleja, colocándonos en el dificilísimo espacio de losugerido, una historia doble o, más bien, el lado cóncavo y el convexode las relaciones humanas: el abandono y el amparo, la renuncia y elabrigo».Emiliano Monge