Uno de los más interesantes aspectos a considerar en el crecimiento urbano de cualquier ciudad es la integración de nuevas conductas y modas a las tradicionales, lo que conlleva a nuevas formas de ver la realidad por el efecto de los modelos de conducta incorporándose a la actividad diaria de los pobladores, a lo cual hay que sumarle el avance tecnológico en medios de comunicación, que avasalla lenta, pero eficientemente, las costumbres citadinas, incorporando en las nuevas generaciones conceptos y costumbres que son una mezcla de lo anterior y de lo que se está viniendo diariamente.
Parte de ese bagaje encontramos en los relatos que Wari Gálvez Rivas ha incluido en Mudanzas temporales donde, en diez cortos textos, narra de pobladores de la urbe que experimentan y van incorporando en sus experiencias de vida las vivencias del modus vivendi cambiante y todos, sometidos al laissez faire, laissez passer.
En una sugestiva propuesta, ubica Wari Gálvez a sus personajes e historias en una ciudad llamada Lima, a excepción del primer relato "El fin de una crónica" y el último "Dos corazones en París".
En el primero, narra la experiencia de un joven reportero tras lo que debería ser su mejor entrevista, por tratarse de un personaje que estuvo cerca e involucrado directamente