Un deber familiar ha sido postergado durante décadas por el escritor protagonista de esta novela: contar la excepcional historia de sus abuelos y de su madre, cuyos orígenes se remontan a inicios del siglo XX en la Amazonía peruana.
Ahora, con su madre próxima a cumplir noventa años, siente que ha llegado el momento de saldar esa deuda. Así es como Mamita cobra vida, una novela que entrelaza dos relaciones íntimas: la memoria del amor filial y el proceso mismo de escritura. A través de recorridos citadinos, evocaciones de la selva y reflexiones metaliterarias, el hijo escritor indaga en la naturaleza de sus vínculos familiares, las tensiones sociales y raciales que los atraviesan y la huella imborrable de la muerte.
Al mismo tiempo, se enfrenta a los desafíos del oficio novelesco para capturar aquello que el tiempo suele volver irrecuperable.