En realidad, Psyché, el nombre propio, es también el nombre común de un gran espejo móvil y giratorio: invención del arte por un Narciso moderno, nombre propio y nombre común, el mito y la técnica, la imagen y la especulación. Conduciendo a través del duelo y el don, esta reflexión proyecta aquí de otro modo lo que Freud llamaba la Introducción del narcisismo. Después de la lectura de una Fábula de Ponge ("por la palabra por comienza pues este texto..."), el primer ensayo de esta recopilación analiza la esencia de la invención, la historia de su concepto, la posibilidad e imposibilidad de su acontecimiento, los principios de su legitimación. ¿Por qué la invención no se deja reducir al descubrimiento, a la imaginación o a la producción de la cosa? Y la invención del otro, ¿es la iniciativa absoluta de la que el otro es responsable y que le retorna, o bien lo que yo imagino del otro aun retenido en mi psyché, mi alma o el yo de un espejo? Estas cuestiones y su desarrollo sirven de entrada como hilo conductor a través de una veintena de textos: largos estudios o conferencias, series de aforismos o fragmentos de correspondencias. Los primeros destinatarios son a veces, a veces solamente, los amigos, hombres y mujeres, conocidos o desconocidos, vivos o no, pensadores, filósofos de la tradición o maestros de la "teología negativa", escritores, hombres de teatro o de política, arquitectos y psicoanalistas. Pero el otro que de antemano siempre se inventa, ¿no es ese mismo el primer destinatario?"