El Holocausto ha sido tanto reprimido como "canonizado" durante el pasado reciente, y suele funcionar como un punto de ruptura más o menos encubierto entre lo moderno y lo posmoderno. Una investigación cuidadosa puede revelar con frecuencia aspectos escondidos de la genealogía de varios modernismos y postestructuralismos y puede ayudar también a crear una nueva manera de ver y plantear cuestiones sobre ciertas tendencias pronunciadas en el pensamiento contemporáneo, como la fijación en lo sublime o la casi obsesiva preocupación por la pérdida, la aporía, la desposesión y el significado diferido. Más aún, una investigación semejante nos obliga a preguntarnos si el psicoanálisis, al que se le han opuesto recientemente una variedad de respuestas que van desde la reformulación sutil a la condena extrema, no debe ser entendido primariamente como la psicología del individuo o como la base de un ethos terapéutico generalizado sino como un modo inherentemente historizado de pensamiento íntimamente ligado a cuestiones sociales, políticas y éticas.