Los tres ensayos de Cassirer que integran el presente volumen, inéditos hasta ahora en castellano, nos ofrecen una visión panorámica de la Ilustración europea centrada en el examen de los pensadores cuya obra es referencia inexcusable para comprender la modernidad: Rousseau, Kant y Goethe.
En 1931 Cassirer marchó a preparar su Filosofía de la Ilustración, y distanciarse, a la vez, del nazismo, que dos años después le forzaría a abandonar la universidad alemana por su procedencia judía. Ese asfixiante contexto social hizo que su lectura de Rousseau se convirtiera en una pedagogía política indirecta, empeñada en rechazar cualquier interpretación totalitaria o anarquista del filósofo ginebrino.