¿Qué es la felicidad? La respuesta puede ser tan general y obvia, o, por el contrario, proponer tantas variables diferentes, que no me sirva para mi vida concreta, para el ser humano de este siglo XXI, opulento en conexiones virtuales pero pobre a la hora de conectarnos realmente a los demás. Sin embargo, uno de los pensadores más formidables de la historia, Séneca, exponente ilustre del estoicismo, supo desgranar en su obra las claves esenciales para aproximarnos a ese ansiado estado, que se traduce en la paz de ánimo.De todas las corrientes filosóficas de la antigüedad es el estoicismo la que mejor puede inspirarnos para el futuro. Puede hacerlo a nivel social o político, pero también en el plano personal, porque esta línea de pensamiento atiende a los problemas del individuo y al cuidado de uno mismo. De todos los estoicos es Séneca el que más se acerca al corazón del ser humano y el que más puede aportar al hombre de hoy, acuciado por las crisis, amenazado por la deshumanización de este mundo consumista y tecnológico en que vivimos, que nos vende un engaño que nos frustra y nos llena de angustia y decepción. El estoicismo propone soluciones a nivel individual y social a la vez, porque es una filosofía que concibe al ser humano conectado con los demás.