Suele definirse a la filosofía como la búsqueda de la (o de ?una?) verdad, pero cuando una auténtica pasión se apodera del investigador, éste se identifica a tal punto con los filósofos del pasado que tanto admira, que los límites entre la verdad que busca y la verdad que inventa desaparecen. Es lo que le ocurre a Luis, el protagonista de esta historia. La insólita aventura que lo lleva a proyectarse en el tiempo no surge de manera voluntaria. Es la lectura de las notas escritas por un extraño personaje, Alberto, al que conoce en una cervecería parisina, que lo llevan paulatinamente a seguir su ejemplo, y a identificarse con quienes estudia, especialmente, al final de sus transfiguraciones, con Sócrates, cuya rebeldía frente a una sociedad injusta Luis asimila a la actitud que un intelectual debió asumir durante la dictadura de los subversivos que usurparon el poder en la Argentina en 1976. Como se sabe, Sócrates pagó su rebeldía con su vida...