Cuando Bourdieu publica en 1972 "Bosquejo de una teoría de la práctica" no está en su primer libro. Ya han aparecido para ese entonces obras que han devenido clásicas, especialmente "Los herederos" (con Jean-Claude Passeron) en 1964. Su permanencia en Argelia desde los años '60 fue, para Pierre Bourdieu, mucho más que una tierra de aprendizaje; ella fue la tierra de la experimentación y la maduración de su pensamiento. Basta para tomar conciencia de ello releer hoy este Bosquejo, cuya primera parte, los tres estudios sobre la etnología kabil, fuera escrita a mediados de los años '60 y que, con total libertad y la audacia que puede dar la ruptura con la institución etnológica, somete un estructuralismo, entonces soberanamente instalado en la escena intelectual parisina, a una crítica metodológica y empíricamente armada.