Un libro perfecto para desbloquear
El autor lo había intentado todo: empezar un cuento por el final, empezar una novela por el medio, dictarle estructuras narrativas a una grabadora, escribir drogado, escribir sobrio... No funcionaba nada.
Hasta que descubrió que el hemisferio derecho de su cerebro estaba en silencio. Y comenzó, muy de a poco, a conversar con él.