El Movadef (brazo político de Sendero Luminoso) golpea las puertas de las embajadas peruanas en el exterior. Un diplomático en retiro es llamado para que recuerde cómo junto a Su Alteza Serenísima, el implacable espía austriaco Malko Linge, luchó contra las redes de Sendero en 1985, aquel año en que los Estados Unidos empezaron a preocuparse por un país enajenado por liderazgos mesiánicos. Poco a poco, entre risas, salsa y aventuras tragicómicas que van desde Washington a Accomarca y de Nueva York a Roma, Linge aparece como un héroe ambiguo que usará las inmorales prácticas de la CIA para enfrentarse a un desbocado Alan García, A.K.A Caballo Loco, en medio de un país en el que nada es lo que parece y donde hasta los espías se tornan sentimentales.
«Alejandro Neyra es tan modesto que hasta disimula su voz: parodiando novelitas de espías que usaban al Perú como locación imaginaria y exótica, el autor reinventa aquel país terrible de las bombas a través de los prejuicios encantadores de la CIA y su refinadísimo agente. El resultado es un mundo en guerra lleno de conspiraciones pero también de ironía. Lo perturbador es que, habiendo incluido Neyra episodios suficientemente disparatados para que nadie los tome en serio, la saga CIA Perú deja una nerviosa sensación de verdad. Uno termina contagiado, mirando con ojos de espía esos detalles que nunca nos contaron los informes de la verdad: la vida cotidiana, la frivolidad de los jerarcas, el olor a colonia y la risa de los monstruos privados de nuestro holocausto nacional. Es casi una blasfemia pintarnos a todos tan ridículos en medio del infierno. Pero qué bien funciona».
Juan Manuel Robles