Ficciones de la antropologia. De indios, campesinos y cholos es una historia intelectual de la antropología en el Perú, desde su fundación en la década del 40 hasta su desarrollo en los 80. La antropología peruana es una disciplina que por su antigüedad, magnitud e influencia es la más consolidada de la región andina. Sus antecedentes se remontan a las influencias del indigenismo mexicano y la diplomacia cultural norteamericana en pleno apogeo de la Guerra Fría en América Latina. Desde sus inicios, la comunidad académica antropológica se constituyó alrededor del paradigma andinista, una reformulación etnográfica del antiguo debate del «problema del indio que tuvo lugar a inicios del siglo xx. ¿Pero qué cambios ocurrieron en la antropología durante este periodo? Pablo Sandoval postula que, en el Perú, la antropología surgió y se desarrolló en el contexto global de expansión de las economías capitalistas que aceleraron el resquebrajamiento del régimen de haciendas en América Latina. Este escenario de cambios sociales posibilitó nuevas discusiones sobre el «mundo andino», esta vez desde la etnografía. De este modo, la antropología se enfrentó a procesos sociales largamente anhelados, como la Reforma Agraria de 1969, a acontecimientos inesperados como la insurgencia armada de Sendero Luminoso en 1980 y quedó desconcertada por la revolución cultural que provocó la presencia de millones de migrantes andinos en las ciudades. En ese camino los antropólogos elaboraron representaciones de sus otros nacionales», construyendo discursivamente tres ficciones conceptuales: el indio, el campesino y el cholo. Sandoval nos narra cómo estas ficciones conceptuales marcaron las formas de hacer antropología en el Perú, una antropología pública que mediaba entre el Estado y las clases subordinadas, que otorgaba voz y cuerpo a ese inmenso repositorio de historias, luchas y experiencias de la población andina en monografías y ensayos etnográficos.