«Vive la vida y no dejes que la vida te viva», «Por Dios y por la plata», «Que Dios nos ayude», «Aló, hermanito», «¿Es tan difícil caminar derecho?», «Macho peruano que se respeta», «Tócame que soy realidad», «¡Que pase el desgraciado!», «Mi bebito fiu fiu», «Pensá», «Cuando pienses en volver», «¡Ampay!», «¡No vayan!», «No se cayó, se desplomó», «Tu envidia es mi progreso».
La historia del Perú contemporáneo podría ser narrada a través de las frases célebres nuestra cultura popular, principalmente, a través de aquellas ingeniosas, cómicas y por qué no desafortunadas e involuntarias. Nuestros originales compatriotas pronunciaron las más memorables, las cuales han marcado profundamente la construcción de nuestra realidad social. De Susy Díaz a Juan Carlos Hurtado Miller, de Nadine Heredia a Reimond Manco o de Martín Vizcarra a Laura Bozzo, nuestro particular firmamento está lleno de figuras fulgurantes que nos han regalado una serie de frases que forman parte de nuestro imaginario colectivo y se hacen presentes en nuestra vida cotidiana. Y aunque pareciera que estos personajes pertenecen a mundos diferentes, que se encuentran en las antípodas del espectro social, es innegable que hay un hilo invisible que los enlaza y a nosotros con ellos: es lo que llamamos «peruanidad».
En Derramaba lisura, Alexander Huerta-Mercado analiza minuciosamente y con curiosidad antropológica pero, sobre todo, con mucho humor aquellas frases célebres, revelando los procesos sociales, políticos, económicos e históricos por los que ha atravesado nuestra nación.