Martha Barriga explica que la Ilustración fue un movimiento pan europeo que comprometió a todas las casas reinantes y a los territorios bajo sus mandatos. Señala que las artes plásticas en el siglo XVIII se vinculan estrechamente al pensamiento filosófico y a las condiciones presentadas a partir del desarrollo científico y en otros órdenes. Asimismo, expone que tal como en los países europeos, sus manifestaciones fueron características de cada lugar en el que se implantó, de la misma manera los territorios americanos impusieron su huella al aspecto del arte surgido bajo su influencia.