La industrialización del libro está en marcha. Los espacios de difusión y de conservación del saber se enrarecen. Y frente a la concentración que se hace cada vez más evidente a nivel global, los editores independientes reaccionan, multiplican las estrategias de resistencia y contribuyen a la conservación de una edición plural, voluntaria y apasionada, capaz de proponerles a los lectores la diversidad de las culturas en lugar de la insipidez de la edición industrial ostentada por algunos grupos editoriales. En este texto, Gilles Colleu aborda una serie de interrogantes acerca de la situación de las editoriales y los editores independientes: ¿en qué medida la superproducción de libros representa una amenaza para la independencia de las ideas?, ¿qué es un editor independiente?, ¿hasta qué punto las especificidades de este pequeño sector impiden la conciencia de los lectores acerca de la cuestión de la diversidad cultural?