Hace dos siglos, en los inicios del Perú independiente, más que un pensamiento conservador orgánico, surgieron exponentes intelectuales que sostenían, entre otras ideas, la fidelidad a la monarquía hispánica. Con la Independencia surge el debate entre la alternativa monárquica o republicana como la forma de gobierno más adecuada para el nuevo Estado. ¿Qué beneficios y desafíos conllevaba para el Perú una monarquía moderada o una confederación con Bolivia? ¿De qué modo la élite y la iglesia fortalecieron sus alianzas para preservar el poder?
El reconocido abogado y académico Fernán Altuve-Febres da cuenta en este ensayo de algunos de los precursores de esta modalidad del pensamiento nacional. Aplicando el método biográfico-intelectual, y centrándose en el contexto histórico que abarca desde el ocaso del Reino del Perú (1809) hasta la consolidación definitiva de la República (1839), el autor aborda la vida y obra de Blas de Ostolaza, José Ignacio Moreno, José de la Riva-Agüero, José María de Pando, Juan García del Río, Antonio José de Irisarri y José Joaquín de Mora, quienes sientan las bases de la corriente conservadora en el Perú.