Contiene Colacho Hermanos y La piedra cansada (obras fundamentales de su producción teatral), un apunte cinematográfico y varias piezas cortas, que revelan el universo de sus inquietudes estético-conceptuales y su pasión no escondida por el arte dramático. Rafael Hernández afirma en el prólogo que César Vallejo llegó a explorar diferentes universos estéticos guiado por su compromiso social: el distanciamiento, el nivel poético de sus textos, el uso de la parábola, de la fábula teatral, del tiempo épico, del concepto de montaje teatral, y de otros recursos como el melodrama y el maniqueísmo que caracterizan lo peruano y latinoamericano.