Pimentel no imita formas ni géneros, no hay Whitman ni películas en cines de barrio, no hay humor, sino sarcasmo, no hay viajes ni caballos en la llanura ni alabardas, sino una serie de movimientos complejos, heridas y desesperación. En Tromba de agosto Pimentel parte de Vallejo (en Ave Soul el punto de partida era la cultura) y llega [ ] a una zona oscura en donde intuimos se agitan bultos que son seres humanos. (Roberto Bolaño)